Sinestul pastillas de Herbora
Una compleja red de células, tejidos y órganos actúan de manera sincronizada para defender a nuestro cuerpo de amenazas externas. Este es el sistema inmune, el encargado de protegernos ante infecciones, enfermedades, y otras amenazas externas. No es infalible, virus y patógenos pueden atravesar sus barreras y provocar enfermedades, sin embargo, esta red es la responsable de repeler la mayor parte de agentes infecciosos a los que estamos expuestos constantemente, y en cualquier lugar.
Nuestras defensas y sistema inmune forman parte de una red de defensa que actúa como un conjunto: la primera línea de defensa natural tiene lugar en la piel y en las mucosas que filtran la entrada de gérmenes. En el caso de que esta falle, el sistema linfático se encarga de poner en circulación células inmunes que ayudan a combatir las infecciones. Las sustancias que inducen a la respuesta inmune son conocidas como antígenos. Cuando estos son detectados se producen anticuerpos, proteínas que atacan, debilitan y destruyen a los antígenos invasores.
Gracias a la dieta se puede mejorar el funcionamiento del sistema inmune. Una alimentación variada es clave para este propósito. Los probióticos, como el yogur, o el kéfir, refuerzan el funcionamiento del sistema inmune. Esta reacción también se da con la miel y sus derivados, como la jalea real o el propóleo. Del mismo modo, las vitaminas D, C y el Selenio mejoran la respuesta inmunitaria.
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