Hipérico, ¿es un antidepresivo?
El hipérico, o “hierba de San Juan”, es una planta medicinal con una larga historia detrás. En la Antigua Grecia, sabios como Plinio o Dioscórides recogían en sus escritos la utilidad del hipérico como remedio para los males somáticos y psíquicos. Aunque, en la época, el conocimiento sobre el funcionamiento de la mente fuera más intuitivo y empírico que científico, los efectos de esta planta sobre la psique resultaron relevantes para estos sabios. Aparte de estos beneficios, el hipérico fue considerado como una panacea durante los tiempos del Imperio romano. Su recorrido continuó en la Edad Media, donde era conocida su actividad cicatrizante para médicos como Paracelso, considerado como el padre de la farmacología.
La reputación del hipérico no ha decaído con los años, al contrario, numerosos países occidentales, como EEUU y Alemania, han puesto su mirada en esta planta, buscando una alternativa a los antidepresivos de raíz química con el objetivo de evitar sus numerosos efectos secundarios. De esta manera, el hipérico se presenta como una alternativa eficaz y natural a los antidepresivos tradicionales. Para demostrar su eficacia frente a los antidepresivos, esta planta ha sido estudiada de manera muy exhaustiva, tanto en estudios con animales, humanos, o in vitro.
La premisa de encontrar un antidepresivo natural tan efectivo como los antidepresivos convencionales motivó numerosos estudios en una carrera por la investigación. La inversión hecha por Europa en 1999 para el estudio del hipérico como posible antidepresivo supuso un desembolso de cerca de 6.000 millones de dólares. Una muestra de esta inversión es que en Alemania el tratamiento con hipérico para depresiones moderadas fue cuatro veces mayor que el de la fluoxetina, componente activo del Prozac.
Las pruebas con animales demostraron que el comportamiento de los sujetos de estudio era similar al de los que tomaban algún antidepresivo convencional, así fue demostrado en varias pruebas estandarizadas que se presentaron en los siguientes años. Tras un metaanálisis, que incluía 37 estudios estandarizados, se concluyó que el hipérico funcionaba con la misma efectividad que los antidepresivos tricíclicos en el tratamiento de la depresión leve y moderada. Se observaron los mismos resultados cuando fue comparado con la fluoxetina.
Además, el hipérico ha demostrado ser seguro para tratar a niños con síntomas depresivos, al demostrar una buena tolerancia y efectividad. La tolerancia es un buen punto a favor del hipérico, frente a los antidepresivos convencionales. En casos de depresiones leves y moderadas, destaca por el porcentaje de mejoría de los pacientes, y la disminución de efectos secundarios propios de los antidepresivos convencionales.
Inicialmente se creyó que el potencial antidepresivo del hipérico venía de su capacidad de inhibir la acción de las monoamino oxidasas, responsables de la degradación de neurotransmisores. Sin embargo, luego se concluyó que esta acción no era lo suficientemente protectora para los transmisores neuronales. Por eso, desde hace menos tiempo se estudia cómo la hiperforina, un flavonoide del hipérico, puede ser la responsable de los efectos antidepresivos de esta planta.
Finalmente, hay un consenso respecto a que el hipérico es útil para el tratamiento de depresiones leves y moderadas, así como para tratar casos de ansiedad e irritabilidad, mejorar la calidad del sueño y el estado de ánimo. Como antidepresivo, su efecto no es notable hasta pasadas dos semanas después del inicio del tratamiento, de igual modo que funcionan los tratamientos con antidepresivos de varios tipos. Para estos casos, se recomienda tomar 1 ml. (20 gotas) diluidas en agua, tres veces al día. O 2 ml. (40 gotas) diluidas en agua, dos veces al día.
No suele ser sencillo aceptar el inicio de los síntomas depresivos, en especial si es la primera vez que atravesamos un episodio similar. Podemos creer que es el estrés el que nos amarga y nos impide ser felices, capaces de disfrutar de lo que tenemos. Pero es importante saber que estos síntomas son naturales, y que cuanto antes actuemos, nos recuperaremos en menor tiempo. Una charla con un amigo o terapeuta puede ayudar a ver el horizonte con mayor claridad.
Publicado en: Estilo de Vida
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