¿Existe un tabú respecto a la menopausia?
Los síntomas de la menopausia forman parte de un proceso biológico natural. Sin embargo, muchas mujeres topan con ellos durante su madurez sin conocer en qué consisten, o cómo hacerles frente. No es una incomprensión casual o puntual: existe una mezcla entre el prejuicio ante la vejez y el desconocimiento, apunta la escritora Carla Romagosa, autora del libro “Mi amiga Meno y yo”. Esta desinformación lleva a que muchas mujeres sobrelleven los síntomas de la menopausia entre el silencio y una medicalización excesiva, basada en hormonas, que puede tener efectos negativos, como agregan en la revista The Lancet.
Martha Hickey, del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Royal Women’s Hospital de Victoria (Australia), cree que muchas mujeres interiorizan su malestar ante la preocupación por sentirse identificadas como viejas o incapaces. Las doctoras Zoe Schaedel y Janice Ryder defienden que la situación de estigma y falta de conciencia pública debe cambiar, ya que la menopausia es una parte natural del envejecimiento que afecta a la mitad de la población mundial.
Antes, durante y después de la menopausia
La menopausia marca el final de la etapa fértil de una mujer. Como media, suele tener lugar entre los 45 y los 55 años, y en España, la media de edad se sitúa en los 51. En este proceso los ovarios dejan de liberar óvulos debido a que el cuerpo empieza a dejar de producir dos hormonas claves: el estrógeno y la progesterona. En este punto, las menstruaciones tienen lugar con menor frecuencia hasta que la mujer deja de menstruar definitivamente. Como cada cuerpo está expuesto a varios condicionantes distintos, los síntomas que puede presentar cada mujer puede variar en tipo o intensidad. Como apuntan desde la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM): “No hay dos menopausias iguales”.
Aunque los síntomas de la menopausia varían de manera considerable según cada mujer. Sí se distinguen tres periodos diferenciados dentro de la menopausia: en primer lugar, su transición hacia ella, la premenopausia. Esta primera etapa tiene lugar en un lapso aproximado de cinco años, aunque puede variar según la mujer y su estilo de vida. Por ejemplo, el estrés o el tabaquismo pueden acortar este periodo. La premenopausia se caracteriza por menstruaciones más irregulares, más o menos abundantes, y finaliza cuando tiene lugar el último menstruo.
Más allá de las manifestaciones físicas, como el sangrado, la disminución hormonal trae consigo otro tipo de síntomas que pueden afectar en mayor o menor medida la salud de la mujer. Estos son los sofocos, los dolores de cabeza, los cambios de humor, los pensamientos depresivos, así como un exceso de sudoración, problemas para dormir, menor libido, y malestar sexual, según recogen las doctoras canadienses Carolyn Lyndaker y Linda Hulton.
Investigadoras de la Universidad de Zurich agregan que los cambios biológicos y psicosociales del paso a la menopausia están asociados a un alto riesgo de desarrollar una depresión. La prevalencia de las depresiones en la fase premenopáusica es alta y está asociada a síntomas centrales de un trastorno depresivo mayor. Las investigadoras apuntan a que la relación de muchos de los síntomas relacionados con un trastorno depresivo no han sido suficientemente investigados, por lo cual la comprensión de esta fase sigue siendo ambigua, lo que afecta a su evaluación y tratamiento.
La menopausia, en concreto, es el periodo que tiene lugar durante los doce meses siguientes al último período menstrual, hasta el fin de la actividad ovárica. Si bien, hay mujeres que no manifiestan síntomas menopáusicos, otras sí los sufren a un nivel que puede interferir con su vida cotidiana, según la AEEM. Los síntomas que puede sufrir la mujer durante este periodo pueden ser los mismos que podría padecer en su periodo premenopáusico, siendo especialmente característicos los sofocos.
La repentina subida de la temperatura corporal, acompañada de ansiedad, conocida como calores súbitos, o sofocos, está causada por un aumento del flujo sanguíneo en la piel de cuello, cara y tórax. Este aumento de flujo sanguíneo suele llegar acompañado de sudoración y palpitaciones ya que hay alteraciones en los movimientos vasomotores, que comprimen o relajan las paredes de los vasos sanguíneos. La doctora Victoria Valdés, del Hospital Quirónsalud de Madrid añade que su duración suele ser breve, de entre segundos o minutos, pero su frecuencia es variable, pudiendo tener lugar incluso en la noche.
Pasado un año de la última menstruación, tiene lugar una fase de posmenopausia, la cual, principalmente, se caracteriza porque los síntomas típicos remiten. Sin embargo, el nivel de estrógenos se mantendrá bajo, lo que puede conllevar a un debilitamiento en los huesos, que puede causar osteoporosis. Además, se ha descubierto cómo los estrógenos están implicados en procesos mentales, como el aprendizaje y la memoria. Cuando los niveles bajan, los receptores de estrógenos del hipocampo y la corteza prefrontal del cerebro reciben menos hormonas de este tipo, lo que afecta a su funcionamiento correcto.
La encrucijada llega cuando, para solucionar la bajada del nivel de estrógenos, estos son administrados a través de Terapias de Reemplazo Hormonal. Estas terapias son útiles cuando los síntomas de la menopausia son o han sido importantes, o se ha medido el nivel hormonal y se ha detectado un déficit en él. Sin embargo, existen evidencias de que un aumento de este tipo de hormonas está asociado a otras dolencias como el cáncer de mama.
Recomendaciones de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia para tratar los síntomas.
Asumiendo la menopausia de manera natural
La respuesta que se ha dado desde la industria farmacéutica a la menopausia pasa por los Tratamientos de Reemplazo Hormonal, bajo el argumento de su efectividad. Sin embargo, desde la AEEM califican a los fitoestrógenos, como los que contiene Flavogen de Drasanvi o Donna Life de ESI, como una buena opción para muchas mujeres, ya que tienen un origen vegetal y ejercen una labor similar a la de los estrógenos farmacéuticos, sin suponer un riesgo cancerígeno.
Para sobrellevar mejor los síntomas típicos de la menopausia existen otros suplementos, como Colamag Menopausia, así como Composor Meno-Regul, el cual es útil también para menstruaciones dolorosas o Lúpulo Meno Duo, de Tongil, basado también en isoflavonas. Por último, cabe mencionar a uno de los remedios más efectivos contra los sofocos de la menopausia, el aceite de onagra.
Publicado en: Salud
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Comentarios
Buen artículo, hay días que es insoportable
Por:Elena R. En 16/07/2022Buen artículo, hay días que es insoportable
Lo que peor llevaba era la depresión, era como volver a ser adolescente
Por:Maria Dolores F. En 16/07/2022Lo que peor llevaba era la depresión, era como volver a ser adolescente
Es cierto que nadie habla de la menopausia, ya era hora
Por:Julia S. En 15/07/2022Es cierto que nadie habla de la menopausia, ya era hora