Infecciones Vaginales en Verano: Causas, Síntomas y Consejos para Prevenir
El 75% de las mujeres sufre de infecciones vaginales, al menos, una vez en su vida. No obstante, este porcentaje puede llegar a aumentar un 50% en verano, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). ¿El motivo de este repunte estacional? Son varios los factores. En el verano, en particular, se dan una serie de condiciones relacionadas con el calor y la humedad que afectan a la inmunidad de la flora vaginal, pero no son las únicas. En esta estación en particular, la protección de esta microflora queda debilitada y se puedan instalar en esta zona hongos y bacterias que provocan la infección.
Como afirma Jessica Mouzo, para El País: “La vagina es hogar para miles de microbios”. No se trata de un órgano estéril. En él habitan hongos, bacterias y otro tipo de microorganismos que conviven dentro de un orden, y protegen a esta mucosa del ataque y la colonización de patógenos no deseados. Existe un equilibrio saludable en la microbiota vaginal, pero no es algo estable en el tiempo.
Los cambios de estación, los periodos fértiles de la mujer, entre otras circunstancias pueden alterar ese equilibrio y provocar que la mujer sea más proclive a contraer este tipo de infecciones. Del mismo modo que el porcentaje de casos de infecciones es alto, seguramente los síntomas de la infección les pueden sonar familiares a muchas mujeres: picor, escozor, e incluso un flujo denso y de olor desagradable son algunos de los síntomas. Otros signos de infección son molestias al orinar e irritación.
En verano, la humedad a la que se ve sometida la zona genital, sumada al calor, puede provocar el aumento de muchos de los casos, pero no son los únicos factores. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia hace algunas recomendaciones para que este desequilibrio en la flora vaginal no tenga lugar, y de esta manera, las infecciones pasen a un segundo plano. Por ejemplo, llevar el bikini o el bañador mojado durante horas ayuda a que prolifere la población de hongos. Es recomendable que la zona esté seca (dentro de lo posible).
Otro factor que influye es la pureza del agua en la que nos bañamos. En ocasiones lo hacemos en playas muy concurridas y contaminadas, de aguas estancas, o en piscinas con altas concentraciones de cloro, donde la cantidad de hongos y bacterias es mucho mayor. El pH de la vagina es otro factor influyente en los casos de infección, y aquí las piscinas vuelven a ser un foco de problemas por el cloro, ya que si su concentración es muy alta, puede alterar el pH.
El pH vaginal muestra el grado de acidez y alcalinidad de la vagina. Que sus valores se mantengan dentro de un rango normal es un signo que expresa que existe una población importante de bacterias benignas. Como te decíamos, la mucosa vaginal es un vasto campo en el que coexisten bacterias y hongos de todo tipo, tal y como ocurre con la flora intestinal. Por ello, mantener un pH cercano a un 7 es un signo de que la mucosa está a salvo de posibles infecciones.
Es posible que en la actualidad sea más común hablar y consultar sobre este tipo de afecciones. Sin embargo, la tradición de tabú respecto al sexo deja prácticas poco deseables para el futuro. Por ejemplo, teniendo en cuenta la resistencia a los antibióticos que tienen muchos hombres y mujeres, son numerosos los casos en las mujeres se automedican con antibióticos que no pueden responder de manera eficaz a este tipo de infecciones.
Desde el equipo de Farmacia San Mateo, de Alicante, nos dejan una serie de importantes consejos para que las infecciones vaginales no estén dentro de nuestros planes:
Utilizar ropa interior de algodón, y no de licra. La ropa de algodón ayuda a mantener el pH natural de la vagina. La de licra impide la transpiración y favorece la humedad en la zona.
Las prendas ajustadas también frenan la transpiración de la zona íntima, lo que supone un caldo de cultivo de bacterias con el calor y la humedad.
¿Conoces la copa menstrual? Es especial para estos meses, ya que, a diferencia de las compresas y los tampones, es más respetuosa con tu flora vaginal.
Existen algunos anticonceptivos orales y antibióticos que debilitan la función defensiva de la flora vaginal.
Los anticonceptivos son muy importantes en este contexto. En primer lugar, previenen que el pH del semen, que es mayor que el de la vagina, altere el pH de esta. De todas maneras, si usas preservativos de latex y notas algún dolor fuera de lo común, es mejor sustituir este método anticonceptivo por otro.
Después de mantener relaciones sexuales es necesario lavar la zona, pero ojo con los lavados agresivos que puedan liquidar tu flora. Estos lavados son mejores con un jabón íntimo, que tenga un pH respetuoso con esta zona.
Los probióticos vaginales refuerzan la población de microorganismos defensivos en esta zona, por lo que son una opción muy recomendable de prevención y tratamiento.
El aseo personal es mucho más importante en esta época del año: es recomendable lavar la zona con productos para el cuidado íntimo, que preserven el pH de la zona.
En Solocolágenos podrás encontrar probióticos dedicados a poblar tu flora vaginal de microorganismos beneficiosos, suplementos dedicados al trato de infecciones de este tipo, así como copas menstruales. ¿Te animas a dar el cambio para una mejor salud íntima? En Solocolágenos estaremos encantados de acompañarte en el proceso.
Publicado en: Estilo de Vida
Deja un comentario