Los casos de diabetes se disparan y urge educación para los pacientes
537 millones de adultos de todo el mundo están diagnosticados como diabéticos, según la Federación Internacional de la Diabetes. Este número escapa a las previsiones hechas en 2019, donde se veía un aumento del 16% en el número de pacientes. España no escapa de la tendencia alcista, 5,1 millones de españoles padecen esta enfermedad, un 42% más desde 2019, lo que supone que la prevalencia en España de la diabetes llegue a casi a un 15% de la población. El mismo informe muestra que el número de pacientes diabéticos sin diagnosticar llega al millón y medio de personas.
¿Por qué es un dato preocupante? La estadística muestra que la diabetes afecta a uno de cada siete adultos, lo que supone la segunda tasa más alta de Europa, según la Sociedad Española de Diabetes. Esto se traduce en un gasto sanitario alto, que alcanza los 15.000 millones de dólares, lo que sitúa al país en la lista de los diez primeros países del mundo que más presupuesto dedica al gasto sanitario en diabetes.
El tipo más común de diabetes es la de tipo 2, la cual llega a suponer un porcentaje entre el 90% y el 95% de los casos diagnosticados. Este tipo de diabetes, además de ser la más común, es también la más evitable, ya que, aunque obedezca en parte a una predisposición genética, responde en gran medida a los hábitos de vida de los pacientes. De manera que, una persona que no se mantenga activa físicamente, y tenga sobrepeso u obesidad presenta importantes factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad.
A diferencia de la diabetes de tipo 1, derivada de una sobrerreacción del sistema inmunitario que afecta al páncreas, la diabetes de tipo 2 presenta sus síntomas de una manera más progresiva. Estos indicios de enfermedad se manifiestan en un aumento de la sed, así como de las ganas de orinar, aumento del apetito, fatiga, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies, así como úlceras que no cicatrizan y pérdida de peso injustificada.
Pese a que la diabetes de tipo 2 es evitable, 7 millones de personas, en el mundo, murieron en 2021 a manos de esta enfermedad. Esto lleva a hacer un diagnóstico global: la Organización Mundial de la Salud, creó el Pacto Mundial contra la Diabetes, “una iniciativa mundial para mejorar la prevención y la atención de la diabetes”.
La misión de este pacto es la de reducir el riesgo de padecer diabetes y “asegurar que todas las personas diagnosticadas de diabetes tienen acceso a unos cuidados y un tratamiento de calidad, equitativo y asequible”. En sus palabras, su objetivo es el de ayudar a los países en desarrollo a implementar, y evaluar, los programas con mayor impacto en la prevención y el control de la diabetes.
El plan de la OMS está enfocado a proporcionar mayor inversión a medicina y tecnología en los países iberoamericanos, para que puedan fortalecer sus sistemas de salud, y mejorar la calidad de vida de millones de personas. En países como España, donde existen los medios materiales para reducir la incidencia y mortalidad de la diabetes, la preocupación de los especialistas se centra en la educación y el conocimiento: el 30% de los diabéticos de España no sabe que lo es.
Según el doctor, Carlos Ballesta a The Objective, no hay conciencia sobre la diabetes ni sobre su mortalidad. Según afirma, en muchos casos, cuando una persona obesa fallece, la causa de muerte atribuida puede ser un infarto de miocardio, cuando el verdadero detonante es una diabetes no tratada. Ante la situación, su recomendación pasa por hacerse un análisis de glucosa al año, a partir de los 40 años. Según Botella, los cambios de hábitos en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de desarrollar la patología.
La Federación Española de Diabetes concluye en un informe titulado “Informe sobre el impacto económico de la diabetes tipo 2 en España” que, es necesario un “abordaje correcto para entender qué significan estos costes, y cómo impacta la falta de atención adecuada de la enfermedad en la sociedad y la economía”. Según el informe, existe un consenso sobre el supuesto de que si se aplicaran, e impulsaran, de forma efectiva los programas de educación, habría una fuerte reducción de costes generales ocasionados por la enfermedad, así como una mejor calidad de vida para millones de pacientes.
Desde la Federación aseguran que los costes farmacológicos de la diabetes en España se reducirían en un 62% si a los pacientes se les proporcionara una adecuada formación diabetológica. El presidente de la Federación asegura que los médicos no reciben el apoyo necesario por parte de los entes públicos. La Federación también demanda programas educativos, dirigidos a los pacientes con diabetes de tipo 2, con el objetivo de que conozcan mejor su patología, a fin de evitar mayores complicaciones o muertes prematuras.
Lo que lleva a los médicos a reclamar más inversión en educación tiene su raíz en la naturaleza del tipo de diabetes más común, y más cara en términos sanitarios, la que puede ser evitada gracias a una educación correcta, basada en hábitos saludables. Según los especialistas de la Mayo Clinic, llevar a cabo ciertos cambios en el estilo de vida puede evitar las graves complicaciones que puede ocasionar la diabetes con el tiempo.
Con este objetivo trazaron cinco recomendaciones destinadas a reducir el riesgo de contraer diabetes de tipo 2. La primera recomendación tiene que ver con el peso corporal. Desde la Clínica Mayo afirman que el riesgo de desarrollar diabetes se reduce en un 60% después de bajar un 7% de peso corporal, llevando a cabo cambios en la actividad física y la dieta. De esta conclusión, la Asociación Americana de la Diabetes recomienda que las personas pueden prevenir el avance de la enfermedad al perder entre un 7% y un 10% del peso corporal.
Para conseguir este objetivo, recomiendan aumentar la actividad física. Según los especialistas, ejercitarse con más frecuencia ayuda a bajar el peso, los niveles de glucosa, y aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que contribuye a que se mantenga dentro de rangos normales. Para conseguirlo, recomiendan convertir al ejercicio aeróbico parte de la rutina cotidiana, haciendo énfasis en los ejercicios de resistencia, y limitando los periodos de inactividad, propios del sedentarismo.
Por otro lado, es vital también el consumo de alimentos vegetales, ya que proporcionan vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos. Es recomendable consumir alimentos con un alto contenido de fibra para acelerar la pérdida de peso y reducir el riesgo de sufrir diabetes. Alimentos como las frutas, los tomates, la espinaca, el brócoli, las legumbres y los cereales tienen un alto contenido de fibra.
Algunos de los beneficios de intensificar el consumo de fibra en la dieta habitual son el retraso de la absorción de azúcares, así como la reducción de los niveles de glucosa en la sangre. Además, la fibra interfiere en la absorción de colesterol y grasa en la alimentación. La fibra también actúa como control de otros factores de riesgo que afectan al corazón, como la presión arterial y la inflamación. Por último, sacian el apetito y brindan energía.
A nivel alimenticio, existen más recomendaciones que pueden frenar el avance de la diabetes: evitar los alimentos ultraprocesados, en especial el consumo de alimentos que tengan un contenido elevado en calorías. Desde la Clínica Mayo recalcan que el objetivo de las dietas es perder peso, y mantener ese peso saludable en adelante, por ello desaconsejan el uso de dietas relámpago o milagrosas. La meta es sostener un peso deseable, y de una manera sostenible.
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Publicado en: Salud
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