Potasio: tu aliado contra la hipertensión
Para que nuestro cuerpo pueda llevar a cabo muchas funciones vitales necesita diversos minerales y nutrientes cuya existencia, o importancia, solemos desconocer. Puede ser el caso del potasio, un mineral esencial para nuestro organismo, que, junto al sodio, regula el equilibrio osmótico, es decir, la concentración de sustancias en el interior y el exterior de nuestras células. El potasio es el encargado de que los nutrientes ingresen en las células, y que las sustancias de desecho sean expulsadas.
El potasio es un electrolito, es decir, un mineral que tiene una carga eléctrica cuando está disuelto en un líquido, como la sangre. Casi todo el potasio del organismo se halla en el interior de las células, lo que lo hace fundamental para el funcionamiento de estas, así como de los nervios y los músculos. A diferencia del sodio, el potasio aumenta el flujo sanguíneo, debido a que tiene un efecto vasodilatador.
En el caso del músculo esquelético y el cerebro este aumento de flujo se adapta también a las demandas de los tejidos. A su vez, en el tejido endotelial (la primera capa que separa la sangre de los tejidos) las células liberan iones de potasio como respuesta a fuerzas físicas (como la contracción de los vasos sanguíneos). También contribuye a la relajación del endotelio, permitiendo que el diámetro del vaso sanguíneo se expanda. De esta manera, el potasio logra que la presión arterial baje.
Su relación con el sodio va más allá, ya que el potasio contrarresta algunos efectos nocivos del exceso de sodio. Esto se puede ver en el caso de la presión arterial, donde, gracias a los riñones, la llegada del potasio fuerza la expulsión del sodio sobrante, a través de la orina. Gracias a esta función, el potasio es un mineral muy recomendable para conseguir unos niveles óptimos de presión arterial.
En la actualidad, y tras numerosos estudios y análisis, la Asociación Estadounidense del corazón ha estimado que, aumentar la ingesta de potasio puede disminuir la incidencia de hipertensión arterial en un 17%, y prolongar la expectativa media de vida de los norteamericanos en 5,1 años. Para conseguirlo, se recomienda una toma de al menos 3.500 mg./día.
Además de su relación con la hipertensión, un equipo del Instituto Tecnológico de Dublín, ha destacado la relación entre el potasio y la diabetes, más concretamente, entre el déficit de potasio y la intolerancia a la glucosa por trastornos metabólicos o tratamientos prolongados con diuréticos tiazídicos, como son los más recetados para la hipertensión.
Los especialistas remarcaron la tendencia de estos diuréticos tiazídicos a influir negativamente en la tolerancia a la glucosa y, a su vez, en la incidencia de casos nuevos de diabetes, tras haber revisado 59 ensayos clínicos. Uno de los efectos secundarios comunes de este tipo de medicamentos es una menor disponibilidad de potasio sérico. Este agotamiento del potasio puede conducir a la intolerancia de la glucosa en sangre, donde la despolarización celular ocasiona una secreción de insulina en las células beta-pancreáticas. Se ha comprobado que, en estos casos, cuando se administra potasio, se corrigen los defectos en la liberación de insulina, como respuesta a las cargas de glucosa.
Además, en otro estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, después de un seguimiento de seis años, se observó que una ingesta alta en potasio podría estar asociada con un menor riesgo a desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en mujeres con un Índice de Masa Corporal menor que 29-
Como vemos, el potasio, además de ser un mineral fundamental para el funcionamiento de las células, contribuye de manera determinante en la lucha contra la hipertensión. Recordemos que esta afecta a casi el 43% de la población española, no presenta síntomas, y puede ser la antesala de enfermedades vasculares que pueden resultar fatales. Por ello, es preferible prevenir su llegada tomando mediciones de la tensión, aprendiendo a cómo hacerlo y manteniendo una dieta rica en frutas y verduras. Y potasio, por supuesto.
Publicado en: Salud
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