Selenio: el mineral esencial que puede faltar en la dieta vegana
En una entrada anterior repasamos cuáles son los minerales más esenciales para nuestro organismo. Sin embargo, de nuestro top escapó uno de ellos, cuya influencia en el funcionamiento normal del cuerpo humano abarca campos tan vitales, y diversos, como la fertilidad masculina, la función de la glándula tiroidea, el funcionamiento del sistema inmune, la protección ante enfermedades cardiovasculares, y la mejora de los síntomas de depresión y ansiedad. Hablamos del Selenio.
El espectro de funciones que presenta el Selenio lo hace especialmente interesante, no solo para el público, sino para la ciencia. A pesar de su importancia, un estudio de investigadores británicos expone que la toma de Selenio en toda Europa es baja, en especial en los países de Europa del Este. El mismo estudio señala que la misma circunstancia se da en países de Oriente Próximo, como Arabia Saudí, Kuwait y Turquía.
Para suplir esta deficiencia, las recomendaciones sobre su dosificación son distintas según el territorio. Por ejemplo, en EEUU., la dosis recomendada para hombres y mujeres adultos es de 45 mcg. por día, fijando un tope de 400 mcg.de dosis máxima, teniendo en cuenta que se pueden alcanzar niveles tóxicos si la ingesta supera los 5.000 mcg. por día. Por otro lado la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria tiene establecida una dosis diaria recomendada de 70 mcg. por día.
Según este mismo estudio, en España los niveles medios de Selenio en la población adulta suelen ser superiores a los de otros países europeos. No obstante, este nivel promedio puede ser más bajo en determinados grupos de personas que deberían considerar la suplementación de este mineral, ya que es posible que sus niveles de Selenio sean más bajos de lo recomendado:
Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa: En estas afecciones gastrointestinales se han detectado “deficiencias graves de Selenio”, que deben ser suplementadas.
Personas veganas y vegetarianas: Un estudio alemán comparó los niveles de Selenio en personas vegetarianas y omnívoras. El grupo vegetariano presentó una concentración de Selenio entre un 79,5% y un 71,2% menor que el grupo omnívoro estudiado.
Suelo: Un factor tenido en cuenta por varios estudios es la concentración de Selenio en el suelo, la cual tiene repercusión en los alimentos que son tomados. En este cuadro se puede comparar de qué manera varían las concentraciones de Selenio en el suelo, según los distintos países estudiados, aparte de otros factores tenidos en cuenta.
Enfermedades tiroideas: La glándula tiroides es especialmente sensible a la deficiencia en Selenio, ya que sus selenoproteínas pueden lograr que los tirocitos actuen como antioxidantes y modifiquen el metabolismo de las hormonas tiroideas. Una deficiencia de Selenio ocasiona un daño tiroideo directo que puede desembocar en el desarrollo de la tiroiditis crónica.
Alzheimer y tercera edad: En ancianos aquejados de Alzheimer se observaron niveles de Selenio más bajos, lo que afecta al desarrollo de la función cognitiva. Una deficiencia de este mineral puede contribuir al deterioro cognitivo en personas mayores.
Fuera de estos colectivos especialmente demandantes de Selenio, y que registran unas concentraciones más bajas de este mineral, existen maneras de conocer cuándo nuestro cuerpo no está recibiendo los niveles suficientes de Selenio. Estos son algunos síntomas que se suelen dar en casos de deficiencia de Selenio, en personas sanas:
Fatiga: Se trata de un síntoma que se asocia también con la deficiencia de otros minerales. En el caso del Selenio, esta fatiga está asociada con el papel que desempeña el mineral con el funcionamiento corriente de la glándula tiroides.
Peor rendimiento cognitivo: La deficiencia de Selenio está relacionada también con los procesos neurodegenerativos. Un estudio israelí demostró que el selenio, como antioxidante, protege los ganglios basales del cerebro. La investigación concluyó que en los casos donde había una menor concentración de Selenio, se registraba un menor rendimiento en las pruebas neurológicas de coordinación en adultos mayores.
Debilidad Inmunológica: La selenocisteína es una proteína que constituye el principal componente del Selenio, y está involucrada en la mayoría de procesos bioquímicos y de función celular. Por otra parte, existe un grupo de enzimas, las cuales son cofactores del Selenio, llamadas glutation peroxidasa, que presentan una función protectora de las células ante la oxidación. Esto hace que el Selenio sea esencial para el funcionamiento eficiente y eficaz del Sistema Inmune, no solo en los humanos. Se ha observado que cuando se dan niveles bajos de Selenio, y Vitamina E, se debilita el sistema inmune.
Debilidad Muscular: Se trata de un síntoma que también se asocia con la fatiga, y que está relacionado con el funcionamiento óptimo de la glándula tiroidea. Un estudio francés demostró que los músculos esqueléticos manifiestan dolor, fatiga y debilidad en casos de deficiencia de Selenio.
Ante estos síntomas, la mejor recomendación es realizar una analítica de sangre, la cual puede determinar con exactitud si estamos tomando el Selenio necesario para las demandas de nuestro cuerpo. En el caso de que exista una deficiencia, lo más recomendable es aumentar el consumo de alimentos ricos en Selenio, a la par de una suplementación dietética. En casos más graves, los profesionales de la salud tomarán otras medidas, pero, de no ser así, una suplementación adecuada de Selenio suele ser suficiente para compensar estos déficits.
A nivel alimenticio, la carne, los mariscos y los productos lácteos son excelentes fuentes de Selenio. Sin embargo, las personas veganas o vegetarianas, al no acceder a estos alimentos deben considerar otros, como la nuez de Brasil. O tomar suplementos de Selenio para suplir estas carencias y prevenir enfermedades futuras relacionadas con bajos niveles de este mineral.
Publicado en: Salud
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