Maca Andina: Vigor de alta montaña
La maca andina es una planta proveniente de la parte central de la Cordillera de los Andes, en Perú. Esta planta crece a alturas de entre 3.800 y 4.500 metros sobre el nivel del mar. Además, destaca por su capacidad de resistencia a granizadas, heladas y sequías prolongadas. Su fama es relativamente reciente, en la década de 1.980 había sido catalogada como una especie en peligro de extinción. Durante esos años, sólo 50 hectáreas abastecían a los habitantes locales. En la actualidad, es un suplemento consumido por millones de personas en todo el mundo. ¿Qué ocurrió en el camino?
La irrelevancia que había alcanzado la maca peruana a finales del S.XX contrasta con la importancia que había alcanzado durante la época colonial, con la que alcanzó con la llegada del siglo actual. En el momento de la llegada de los españoles a Perú, se trataba del cultivo más importante de la zona en cuanto a producción, consumo y comercialización. Con el tiempo, los cultivadores tributaban 15.000 kilogramos de maca al Virrey.
A partir de la década de los noventa, el prestigio perdido de la maca parecía recuperarse. El entonces presidente peruano, Alberto Fujimori promovió su comercialización en Asia, especialmente, donde empezó a ser conocida como “ginseng peruano”. Una década más tarde, la importancia de este tubérculo andino llevó a que Perú declarara la maca como producto bandera del país.
El argumento de venta que introdujo a la maca en el mercado asiático fueron sus propiedades afrodisíacas, pero esta era solo una muestra de las propiedades que tenía la maca por demostrar: ya sea como revitalizante, antiinflamatorio o antioxidante. Tradicionalmente, los usos de la maca han sido enfocados a tratar la fertilidad, la menopausia y síntomas del reumatismo, aunque estos se reducen a la sabiduría ancestral de los pueblos originarios del Perú.
Con el paso del tiempo, la maca andina empezó a abrirse camino en el mercado occidental, y años después llegaron los estudios científicos necesarios para dilucidar la efectividad real de las propiedades antes mencionadas. Por ejemplo, en estudios in vitro se ha demostrado que elimina entre un 52,9% y un 85,8% de radicales libres, lo que posiciona a la maca andina como un tubérculo de alto poder antioxidante.
El campo de la fertilidad y la sexualidad fue uno de los más controvertidos durante años, ya que había pocos estudios que respaldaran la idea de que la maca andina tiene un poder favorecedor de la fertilidad. Por este motivo, varios investigadores han intentado comprobar esta asociación arraigada entre la maca andina, la fertilidad y el vigor sexual.
Se ha comprobado que la maca mejora el deseo sexual en deportistas varones dos semanas después del tratamiento. Posteriormente se comprobó que el efecto en mujeres menopáusicas sanas y en adultos varones sanos. Otro estudio comprobó que también mejoraba el deseo sexual en pacientes tratados con antidepresivos recaptadores de la serotonina, mostrando una buena tolerancia.
Respecto a la fertilidad, se ha demostrado que la maca andina aumenta los procesos de mitosis en la producción de espermatozoides, es decir el proceso previo a la división celular. También se observó que mejora la producción diaria de espermatozoides y su movilidad. También se han realizado experimentos con otros animales que sugieren que la maca también mejora la producción y la calidad de los espermatozoides.
También se ha explorado la relación entre la maca andina y la reproducción femenina. En primer lugar, los estudios dejan claro que no produce una cantidad mayor de óvulos por ciclo, tampoco afecta al desarrollo de los embriones. Sin embargo, se observó que las hembras de roedor que formaron parte del experimento tuvieron mayor número de crías. A nivel hormonal se han registrado mayores niveles de progesterona, la cual protege al embrión.
La maca andina, introducida en el mercado como un potenciador sexual, es un cultivo que guarda muchas propiedades más a nivel biológico. Su poder antioxidante está a la altura de otros alimentos de poder más reconocido, como el té verde. Gracias a los estudios realizados ya se puede afirmar con mayor rotundidad que la maca andina mejora el rendimiento sexual y la fertilidad.
Publicado en: Estilo de Vida
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