Anteriormente hablamos del problema que supone para muchas personas la retención de líquidos, recordemos que esta se debe a la retención de más sodio y agua de la cuenta por parte de los riñones. Vimos cómo un mal funcionamiento de estos órganos puede llevar a que algunas zonas del cuerpo se empiecen a hinchar, y del mismo modo suba la tensión arterial. En este punto es cuando es más necesaria la expulsión de los líquidos retenidos para favorecer el funcionamiento de estos órganos vitales, ya que de no ser así, la función de los riñones puede verse más comprometida de lo que está.

La mejor ayuda para favorecer la eliminación de líquidos son los diuréticos que favorecen la eliminación de orina, y por lo tanto, suponen una ayuda para que nuestros riñones mejoren su funcionamiento. Esto es clave, ya que estos órganos tienen la función de purificar la sangre, eliminando a través de la orina los residuos del metabolismo, antes de que estos puedan perjudicar a nuestro cuerpo. Como añadido, cuando se fuerza a los riñones a que trabajen más, también se lleva al corazón a un sobreesfuerzo. Es así como empieza un proceso de engrosamiento y aumento de tamaño del corazón que puede tener consecuencias fatales, como ataques cardiacos, entre otros problemas.

Por este motivo es vital que el cuerpo elimine la orina suficiente, porque del funcionamiento correcto de los riñones puede depender el de nuestro corazón. Por este motivo, son muy comunes los medicamentos diuréticos. En España existe casi una treintena de medicamentos homologados para este fin,  de entre todos el de uso más extendido el de Seguril, basado en la Furosemida. Sin embargo, se ha demostrado que este medicamento no mejora el pronóstico de los pacientes con insuficiencia renal aguda, por lo que no supone una ayuda notable para un buen número de pacientes afectados.

Dentro de sus contraindicaciones más frecuentes se encuentra la deshidratación, descenso del volumen total de sangre, especialmente en pacientes de edad avanzada. Su prospecto también indica posibles disminuciones de los niveles de sodio, de potasio, aumento de los niveles de triglicéridos y colesterol, ácido úrico en sangre y ataques de gota. Vemos que, si bien el Seguril está prescrito para disminuir la presión arterial, la retención de líquidos o la cirrosis hepática, afecta a la calidad de la sangre, lo cual puede ser muy problemático para otro grupo de pacientes.

A continuación, te presentamos algunos de los mejores diuréticos, completamente naturales, que te ayudarán a mejorar el funcionamiento de tus riñones, sea cual sea el estado de tu cuerpo:

Pomelo

El pomelo es un cítrico compuesto por un 90% de agua al que se le atribuyen propiedades saludables relacionadas con el metabolismo. Este fruto tiene un alto contenido en flavonoides, un grupo de sustancias naturales ampliamente utilizadas en nutrición, farmacéutica, medicina y cosmética. Investigadores españoles, en un estudio sobre el papel de estos en la salud, aseguran que los flavonoides favorecen varias acciones de los riñones como la diuresis y la natriuresis, lo cual permite expulsar líquidos y actuar contra la hipertensión. 

Abedul

Científicos de la Universidad de Medicina y Farmacia de Timisoara, en Rumanía, realizaron un estudio para comprobar la eficacia de la abedul como diurético natural. Tras su investigación comprobaron que la savia del abedul tiene una fuerte acción diurética, de un 72.94%, según pruebas en animales. El mismo estudio sirvió para determinar que la savia de abedul también presentó un efecto diurético dos veces mayos que el de la furosemida (Seguril).

Cola de Caballo  

En un estudio clínico de investigadores brasileños se comprobó que esta planta tiene un efecto diurético más fuerte que el de la hidroclorotiazida, uno de los medicamentos diuréticos más recetados, sin provocar cambios en la eliminación de electrolitos. Se comprobó también que, ni en los exámenes clínicos de los pacientes, ni en las pruebas de laboratorio, hubo cambios antes o después del experimento, lo que sugiere que es seguro para casos de insuficiencia renal aguda, a diferencia del Seguril. 

Alcachofa

Desde la Antigüedad, la medicina hizo uso de diferentes partes de la planta como medicamento laxante, estimulante del apetito, antigotoso y depurativo. Las propiedades diuréticas de la alcachofa están reconocidas por las colecciones más importantes de hierbas medicinales y libros de fitoterapia, que reconocen a la alcachofa como colerético (estimula la producción de bilis en las células hepáticas), diurético, hepatoprotector y estimulante del hígado.

Diente de león

Esta planta perenne, típica de las zonas templadas del Hemisferio Norte es conocida desde la Antigüedad por sus propiedades curativas en la digestión y el metabolismo. Un estudio alemán comprobó la validez científica de las propiedades atribuidas tradicionalmente, y confirmó sus efectos diuréticos, coleréticos, antiinflamatorios, antioxidantes, anticancerígenos, entre otros.

¿Los has probado? ¿Cuál añadirías a la lista y recomendarías a la comunidad? Deja tu comentario abajo y cuéntanos tu experiencia.