Desde siempre, la naturaleza nos ha ofrecido ofrece una multitud de soluciones para casi cualquier problema que afecte a nuestra salud. No importa si es un problema digestivo, circulatorio, o de la piel, siempre habrá algún componente en la naturaleza que pueda reforzar nuestra salud en caso de necesidad. Nuestro cerebro no es una excepción: así como hay conocidos estimulantes naturales que excitan el sistema nervioso central, como la cafeína; también hay sustancias que mejoran nuestras capacidades cerebrales. Aspectos como la protección de las neuronas, la concentración y la memoria son constantemente desafiados por nuestro estilo de vida, pero, ¿de qué manera apoyamos nosotros a nuestro cerebro en el día a día?

Históricamente, la ciencia farmacéutica se ha apoyado en los ingredientes naturales para elaborar los remedios necesarios para tratar las distintas enfermedades. No fue hasta el S.XVIII que se empezaron a sintetizar los primeros compuestos químicos, como el ácido bórico. Desde entonces, la Farmacia, como industria, ha ido reemplazando los remedios tradicionales, utilizados con efectividad desde hace milenios por culturas de todo el mundo, por nuevos medicamentos de base química, con efectos secundarios menos previsibles.

Por fortuna, desde el S.XX, gracias a la consolidación de la fitoterapia (el tratamiento médico de enfermedades mediante plantas y vegetales), todo el saber acumulado desde tiempos ancestrales se ha ido asentando en un conocimiento mayor de las plantas, sus ingredientes activos, y sus propiedades curativas. Gracias a estas investigaciones, en la actualidad se tiene una base científica que certifica la utilidad de la mayoría de compuestos tradicionales utilizados por la fitoterapia, así más personas pueden hacer uso de ellas de una manera más fiable.

También, desde los inicios de la civilización humana el cerebro ha sido una fuente de misterio e incógnitas. Ya en la Antigua Grecia se teorizaba sobre el cerebro como depositario de las sensaciones y el pensamiento, sin embargo, debido a factores sociales y culturales, la comprensión de su funcionamiento continuó siendo un enigma hasta el S. XVIII. Fue en este siglo que se empezó a investigar cuál era la localización exacta de las funciones del cerebro, así hasta llegar a nuestros tiempos, donde las neurociencias han avanzado de manera notable gracias a los avances tecnológicos y médicos, y nos dan respuestas que antes no teníamos.

Uno de los aspectos más investigados por la neurociencia reside en la comprensión del funcionamiento de la memoria, el aprendizaje, el envejecimiento del cerebro y la capacidad de concentración. La aprobación científica de componentes naturales como el gingko biloba, la jalea real o la nobiletina, sienta las evidencias necesarias para empezar a utilizar estos productos con el objetivo de frenar el envejecimiento de este órgano vital, así como de mitigar el efecto de isquemias cerebrales, Alzheimer y células tumorales. Asimismo, está comprobado el papel positivo de la Vitamina B y E en el cerebro de los mamíferos.

En la actualidad, se pueden encontrar estos componentes en complementos alimenticios que los aglutinan para crear soluciones más eficaces, con un propósito mejor definido. Este es el caso de Nobiletil de Marnys, un suplemento que aúna la Jalea Real, la Nobiletina, el Ácido Fólico y el Ácido Pantoténico, en un compuesto natural destinado a prevenir los efectos del envejecimiento en el cerebro. Si la necesidad del paciente es mejorar su concentración, memoria y habilidades cognitivas, Neuromem Premium de Herbora es una solución ideal, ya que incluye algunos de los componentes de Nobiletil, y además estimula la agilidad mental gracias a sus aporte de taurina y triptófano.

Como vemos, existen diversos complementos alimenticios que se ajustan a las necesidades de nuestro cerebro. Si tenemos una edad avanzada, productos como Nobiletil de Marnys tienen propiedades comprobadas para frenar el envejecimiento de las neuronas. En el caso de que busquemos mejorar nuestra coordinación y el rendimiento de nuestro cerebro Neuromem Premium de Fosfomem es el producto más indicado. Fosfomem también ofrece Neuromem DHA, que también aporta el ácido graso DHA, procedente de pescado azul,  un constituyente esencial de las células cerebrales y de otros tejidos nerviosos.

¿Has sentido alguna vez que tu cabeza no daba más de sí por el estrés o la falta de concentración?, ¿has tomado algún suplemento para mejorar el rendimiento de tu cerebro? ¡Cuéntanos tu experiencia!