La boca es la puerta de entrada de numerosas enfermedades, y también, un reflejo necesario para diagnosticar determinadas enfermedades. Puede que lo ignoremos, pero en ella está una de las primeras barreras inmunes del cuerpo, al igual que ocurre con nuestra piel (especialmente afectada en verano). Esta exposición al medio, mayor que la de otros órganos, hace que la boca esté relacionada con enfermedades que van desde la autoinmunidad, enfermedades cardíacas, hasta algunos tipos de cáncer.

Es necesaria una buena salud bucal si queremos evitar estos tipos de patologías, y además, mantener una boca sana. El odontólogo Iván Malagón, para Infosalus, reveló cuáles son los errores más comunes que cometemos al cepillar nuestros dientes:

Poca duración:

Sólo dos minutos son necesarios para un correcto cepillado. Sin embargo, es común que muchas personas no dediquen ese tiempo, y no se eliminen todos los restos de los alimentos. Si esto ocurre no se eliminarán tampoco las bacterias que causan la caries. De esta manera, el riesgo de periodontitis es mayor y las encías se debilitarán. 

Demasiada pasta de dientes:

La medida recomendada para aplicar en el cepillado es la de un guisante. Tener esto en cuenta es necesario porque muchos de los componentes de la pasta de dientes son abrasivos. Son positivos en la medida que arrastran al resto de alimentos y limpian con eficacia, sin embargo, puede debilitar el esmalte. Cepillarse máximo tres veces al día es suficiente, una vez después de cada comida.

No lavar la lengua ni las encías:

Otro error común es no lavar toda la boca en su conjunto. Desde la cara interior de los dientes, a desatender la limpieza de la lengua. En estas zonas se refugian restos de los alimentos, y cuando son descuidadas, las bacterias se establecen ahí.

No uses cepillos grandes o de cerdas duras:

Según el profesional, este tipo de cepillos, más que limpiar, dañan los dientes. Por lo que es preferible hacer uso de cepillos pequeños, que puedan alcanzar todas las cavidades, y que sus cerdas suaves no dañen el esmalte.

Cepillo seco: 

El profesional recomienda también lavarse los dientes, aplicando el dentífrico, pero con el cepillo seco primero. Cuando se moja, la pasta de dientes se diluye y sus efectos limpiadores son menores.

Lava tu cepillo después de cada uso:

Es necesario fomentar esta práctica, que solemos descuidar, porque las bacterias y los restos de alimentos que ya eliminamos de la boca continuarán en las cerdas de tu cepillo. Del mismo modo, no es aconsejable guardarlo en capuchones o fundas, ya que estas son un caldo de cultivo para las bacterias. 

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