En 2022, más de 14 millones de españoles sufrieron otitis durante el verano. Se trata de un problema muy común, el cual se puede prevenir. La otitis del bañista, u otitis externa aguda, se trata de la combinación entre una pequeña lesión en el oído y un ambiente húmedo, típico de los momentos de baño. Cuando esta ocurre se inflama o infecta el canal auditivo externo que conduce hacia el tímpano.

Sea en baños playeros, o de piscina, entre el 80% y el 85% de las otitis externas tienen lugar durante el verano. La doctora Isabel Gonzalo Alonso, del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises explica que: “la acumulación de agua que se produce, en el oído durante el baño, es el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de los patógenos que provocan una inflamación en la piel que recubre el conducto auditivo externo”.

Asimismo, sostiene que los niños son más vulnerables a este tipo de otitis, ya que sus trompas auditivas son más cortas, de manera que los agentes infecciosos alcanzan con mayor facilidad al oído. Teniendo esto en cuenta, hay que contemplar que las piscinas son lugares donde la acumulación de gérmenes es alta, y muchos de ellos son resistentes a los sistemas de depuración. Esto puede provocar infecciones en el oído externo.

Un indicio para evitar estas piscinas, según la especialista, es detectar el exceso de cloro. Sea por la intensidad de su olor o por la irritación en las mucosas, como la piel y los ojos, la mezcla entre el agua y el cloro forma ácido hipocloroso, un potencial irritante del canal auditivo externo.

El dolor, el picor, la inflamación y el enrojecimiento del canal auditivo externo son los síntomas más frecuentes de esta otitis. En ocasiones, el oído puede supurar. Si se da alguno de estos síntomas, es fundamental tratar la otitis desde su inicio, con el objetivo de que  evitar una atención sanitaria.

Específicamente, el dolor puede ser muy intenso, como explica el doctor Carlos Ramírez, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Vithas Nuestra Señora de América. La infección puede provocar un pitido agudo en el oído, así como irritación, y sensación de taponamiento. Cuando la infección es mayor se pueden dar casos de fiebre y malestar general.

Javier Cervera, jefe del Servicio de Otorrinolaringología Pediátrica del Hospital Niño Jesús de Madrid destaca que el mayor peligro se da cuando el agua, efectivamente, está infectada, al niño le pique el oído, se rasque y cause pequeñas heridas, donde pueda anidar la infección. 

Por ello, la recomendación principal para evitar esta otitis es mantener los oídos secos y limpios tras cada baño, especialmente la parte externa: secarlos con una toalla fina. Lo que se desaconseja en cualquier caso es el uso de bastoncillos u objetos extraños que puedan dañar el manto ácido de la piel.

Los tapones y el uso de gorros son de especial utilidad en los baños. Del mismo modo que los sprays tópicos, basados en aceites vegetales, conocidos por sus efectos terapéuticos e indicados para prevenir y aliviar las molestias comunes del oído.

Existen soluciones 100% naturales para tratar este tipo de otitis, típica del verano. Recordemos que esta tiene lugar cuando se inflama y se infecta el canal auditivo. Otalín de Soria Natural incluye en su fórmula plantas como el Gordolobo para desinflamar de manera localizada, sin contar con las propiedades antibacterianas y antifúngicas de la misma.

Además, cuenta con más extractos de plantas como el limón, el propóleo y el niaouli, de los que destacan sus funciones analgésicas, antisépticas y antimicrobianas. Lo que garantiza un alivio rápido y localizado sobre la inflamación.