En la actualidad, la medicina preventiva gana espacio a nivel académico y práctico. Prevenir las enfermedades es ahora una prioridad; se ha demostrado que el uso de suplementos naturales reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y de gasto médico. En este contexto, la atención de la ciencia se dirige a la exploración clínica de productos naturales como la jalea real, el propóleo, la miel, o la equinácea, cuyos beneficios como antioxidantes los coloca como interesantes agentes moduladores del sistema inmune.

La jalea real es una sustancia gelatinosa y blanca que segregan las abejas para alimentar a las larvas y a la abeja reina. Aunque el ser humano ha estado vinculado, desde sus inicios, con la miel; el estudio de las propiedades de la jalea real es un descubrimiento muy reciente, no fue sino hasta 1933 y 1938 cuando esta sustancia empezó a ser investigada. 

Su composición supera a la de otros alimentos, a nivel nutritivo. La jalea real es rica en proteínas, aminoácidos libres, azúcares, ácidos grasos, fenoles, flavonoides, vitaminas y minerales. Esta composición completa de nutrientes hacen que la jalea real sea considerada como un “superalimento”

Los efectos observados por los primeros investigadores, después de algunas pruebas, fueron vivacidad y energía en los sujetos que la probaron. Sin embargo, durante su descubrimiento, los botánicos no se adentraron en las propiedades terapéuticas que tiene la jalea real, y que actualmente han sido investigadas en profundidad.

Siguiendo este camino, en investigaciones posteriores se ha demostrado que la jalea real actúa como antialérgico, antiinflamatorio, e inmunomodulador. Se han realizado diversos estudios para probar los beneficios terapéuticos de la jalea real. Un estudio de científicos tailandeses, publicado por Oxford University Press, después de rigurosas pruebas moleculares, concluyó que la jalea real promueve la supervivencia celular, la longevidad, la respuesta antioxidante y la proliferación de células nuevas, mientras que reduce la muerte celular.

Otros estudios han ido más allá, aislando químicamente los componentes de la jalea real, han destacado sus efectos inmunomoduladores, antibacterianos y antiinflamatorios. Según  una revisión académica se han observado aún más efectos atribuidos a la acción sinérgica de los componentes de la jalea real. Estos van desde la mejora del funcionamiento de la memoria, al reducirse el estrés oxidativo del cerebro, su función como antidiabético, al resistir la hipoglucemia, y un efecto anticancerígeno observado, que merece ser tratado con mayor detenimiento.

A nivel inmunológico, se ha observado que, en estudios con ratones, restaura la función de los macrófagos, sustancias encargadas de la destrucción de bacterias y virus externos. Mediante mecanismos biológicos similares, se ha observado una mejora en los síntomas provocados por la alergia. Las mejoras son similares en afecciones como en los eczemas (dermatitis atópica), lupus, y la enfermedad de Graves.

Además de su papel como protectora del sistema inmune, se ha demostrado que la jalea real es antibacteriana, lo cual complementa las funciones del sistema inmunológico. La royalisina, componente activo de la jalea real, es un potente péptido antimicrobiano. Lo mismo ocurre con las jaleínas, que actúan contra las bacterias gram-positivas. La jalea real ha mostrado ser eficaz al luchar contra patógenos de animales y humanos.

Es evidente el apoyo de la ciencia a este compuesto, la descomposición molecular de la jalea real aísla los compuestos químicos de la misma para comprender mejor su funcionamiento. Sin embargo, es relevante la acción sinérgica entre varios de estos compuestos, como los ácidos grasos.

Se ha demostrado que la jalea real es un notable refuerzo del sistema inmune, por ello, la fitoterapia se apoya en ella como una herramienta para mejorar las defensas de las personas. En la actualidad, se presenta comercialmente en forma de viales y ampollas, pero cada vez es más frecuente encontrarla en productos de cosmética, y en otros productos que la toman como un ingrediente.